Tipología o modalidades de seguros de vida individual


Tipología o modalidades de seguros de vida individual

Hay diferentes tipos de seguros de vida que podrás contratar según el objetivo que deseas. Así, la principal distinción que se puede hacer es entre los seguros que protegen a tus seres queridos cubriendo el fallecimiento o incapacidad del titular, y los que buscan el ahorro del asegurado.

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Teniendo en cuenta esto, podemos hablar de los seguros de vida riesgo y los seguros de vida ahorro. Sin embargo, dentro de ellos existen algunas variaciones que dan lugar a diferentes productos. A continuación, te explicamos qué tipos de seguros de vida existen en España para que puedas diferenciarlos.


Seguros de vida riesgo

También conocidos como seguros para casos de muerte, los seguros de vida riesgo tienen como función cubrir el fallecimiento o incapacidad total del asegurado, otorgándole al beneficiario el capital estipulado en la póliza cuando ocurra uno de estos sucesos. Por lo tanto, en este tipo de pólizas el asegurado y el beneficiario no son la misma persona.

El seguro de vida riesgo se puede contratar en dos modalidades distintas:

Seguros de vida riesgo temporales

Con este tipo de seguro se cubre el riesgo de defunción prematura antes de la finalización del contrato. Si el asegurado no sufre ningún daño de los cubiertos durante ese tiempo la aseguradora no deberá pagar la indemnización y no se recuperará el dinero. Este tipo de pólizas se suele contratar para la amortización de un préstamo y su duración es renovable.

Aquí podemos hacer una diferencia entre los seguros de vida a término, un tipo de seguro de vida temporal que tiene un plazo establecido. Este tipo de pólizas se contratan por una cantidad de años determinada que suele ir de los 5 a lo 30 años.

También encontramos los seguros de vida anual renovables, una modalidad en la que cada año vas renovando el seguro. Siempre que renueves el seguro y pagues las cuotas estarás cubierto. Puedes tenerlo los años que quieras, hasta el límite de edad máxima del asegurado que establezca la entidad. La edad máxima suele estar entre 65 y 70 años.

Tiene muchas ventajas para la gente joven. El precio de estas pólizas no suele ser elevado y puede tener coberturas bastante grandes. Es importante diferenciar todas modalidades para el pago de las primas que el asegurado deberá abonar:

  • Primas crecientes: También conocidas como primas renovables, son una forma de pago que se va modificando en función de la edad del asegurado. Según se van cumpliendo los años el precio irá subiendo. Esto se debe a la mayor posibilidad de riesgo de fallecimiento.
  • Primas constantes: También llamadas primas niveladas. Se trata de compensar los pagos durante toda la vida del préstamo. Es decir, con esta modalidad se pagará más o menos lo mismo tengas la edad que tengas.
  • Primas decrecientes: Este tipo de primas están relacionadas con los seguros para préstamos bancarios. El beneficiario es la entidad y el pago de la prima se irá reduciendo según lo que nos quede por pagar del préstamo.

Seguros de vida asociados a hipotecas

Dentro de la modalidad de seguros de vida riesgo temporales, es importante destacar los seguros asociados a hipotecas. En muchas ocasiones, al contratar la hipoteca, puede ser interesante un seguro de vida asociado a ella. Los seguros de vida para la hipoteca son un tipo de seguro de vida riesgo temporal, ya que cubren el fallecimiento o incapacidad total del asegurado durante el tiempo que dure el préstamo.

En este caso el asegurado es titular de un préstamo hipotecario y el beneficiario que recibe la indemnización es el banco. El objetivo de esta póliza es cumplir con el pago de la deuda que se tiene con la entidad. De este modo, el seguro no deja que el peso de la hipoteca recaiga sobre tus seres queridos, quienes podrán disfrutar de la vivienda sin preocupaciones, pero no recibirán un apoyo económico extra.

Seguros de vida reembolsables

Los seguros de vida reembolsables o con reembolso de prima, son un tipo de seguro de vida riesgo temporal que tienen muchas ventajas. En este tipo de seguros, el contrato de la póliza tendrá un tiempo estipulado que no puede ser menor de 5 años, ni puede continuar vigente después de que el augurado cumpla 70 años. Es por esto que suelen ser seguros que solo podrán contratar menores de 64 años.

Durante el tiempo que dure esta póliza el seguro cubrirá el fallecimiento del tomador. Cuando el periodo estipulado en el contrato del seguro de vida haya terminado, si el asegurado no ha fallecido, se le devolverá parte de las primas que había abonado (suele variar entre el 40 y el 60% según la entidad). Se trata de una opción muy flexible que se adapta a cada situación.

Seguros de vida entera

La cobertura en este tipo de seguros se extiende de forma permanente, durante toda la vida del asegurado y sin plazos. La indemnización es pagada inmediatamente después del fallecimiento del asegurado, sin importar el momento en el que ocurra. En este caso las primas también pueden ser de dos tipos:

  • Primas vitalicias: se pagarán durante toda la vida del asegurado.
  • Primas temporales: se abonarán solo durante unos años.

Seguros de vida ahorro o seguros de supervivencia

Los seguros de vida ahorro también son conocidos como seguros en caso de vida o para casos de supervivencia o jubilación. En este tipo de pólizas el beneficiario suele ser el tomador el que recibirá el capital al llegar la fecha de fin de contrato. Su finalidad es realizar una inversión a medio o largo plazo para complementar las prestaciones por jubilación o hacer frente a posibles desembolsos en el futuro.

Este producto ofrece unos intereses bastante bajos si se compara con otros productos de ahorro, no tienen riesgo y no tributan por la rentabilidad, solo lo hacen en el cobro de la póliza. Dentro de este tipo de seguros también podemos distinguir distintas modalidades a la hora de contratarlos:

Planes de Previsión Asegurados (PPA)

Este es un seguro de ahorro individual a largo plazo similar a los planes de pensiones tradicionales y no supone ningún riesgo. Su objetivo es servir como complemento en la jubilación, aunque también cubre otros sucesos como el fallecimiento, la incapacidad permanente y situaciones de dependencia.

Al contratar este tipo de seguro de ahorro podrás recuperar el dinero invertido con sus intereses en el momento de la jubilación. A diferencia de los planes de pensiones, los rendimientos en los PPA están garantizados. En estas pólizas no se podrá realizar una retirada prematura a no ser que se den situaciones excepcionales.

Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS)

Las PIAS son seguros de ahorro a largo plazo para garantizar una renta vitalicia al tomador del seguro cuando supera la edad estipulada en el contrato. Aquí el asegurado, tomador y beneficiario es la misma persona.

Su objetivo es generar un ahorro con aportaciones anuales no superiores a 8.000€. La aportación total no podrá superar los 240.000€ y no existe obligación de aportar una cantidad todos los años. Su gran ventaja es su tratamiento fiscal. Si se cobra después de 5 años de comenzar con las aportaciones y se cobra en forma de renta vitalicia, el capital que se recibe está exento de impuestos.

Seguros individuales de ahorro a largo plazo (SIALP)

Estos seguros también son llamados Planes de Ahorro 5. Su objetivo es proporcionar la seguridad de tener un tipo de interés cierto durante el tiempo que dure la inversión.

Las aportaciones anuales no deben superar los 5.000€ y el plazo mínimo para la recuperación del capital es de 5 años. Cumpliendo este último requisito contarán con la ventaja fiscal de estar libres de impuestos y al menos se recuperará el 85% de lo que se ha invertido.