¿Qué es un seguro de accidentes?

Seguro de accidentes

Seguro de accidentes es un término definido de manera problemática, que abarca ampliamente el seguro no relacionada directamente con el seguro de vida, seguro médico, o un seguro de propiedad. Se trata principalmente de la cobertura de responsabilidad de un individuo u organización de los actos u omisiones negligentes. Sin embargo, el término también se ha utilizado para el seguro de la propiedad para el seguro de la aviación, seguros de calderas y maquinaria, y el seguro de vidrio y el crimen. Se puede incluir el seguro marítimo para los naufragios o pérdidas en el mar o la fidelidad y seguro de caución. También puede incluir terremoto, seguro de riesgo político, seguro contra el terrorismo, la fidelidad y fianzas.

Uno de los tipos más comunes de seguro de daños hoy en día es el seguro de automóvil. En su forma más básica, el seguro de automóvil proporciona cobertura de responsabilidad en el caso de que un conductor se encuentra «en falta» en un accidente. Esto puede cubrir los gastos médicos de las personas implicadas en el accidente, así como la restitución o reparación de los bienes dañados, todo lo cual caería en el ámbito de cobertura de seguro de daños.

Si la cobertura se extendió para cubrir los daños al propio vehículo, o contra el robo, la política ya no sería exclusivamente una póliza de seguro de accidentes.

Definición de seguro de accidentes

En términos generales, el seguro de accidentes puede ser definido como una lista de los seguros individuales, generalmente escritos en una política independiente, en tres grandes categorías: terceros o responsabilidad, incapacidad o accidente y la salud, daños materiales. Uno de los resultados de la amplia redacción de la política es plantear la cuestión de la utilidad del concepto tradicional de seguro de accidentes, se predice que el seguro de daños del futuro incluirá únicamente las líneas de responsabilidad y discapacidad.

Garantías del seguro de accidentes

Indemnización en caso de muerte, invalidez permanente (total o parcial) e invalidez temporal. La determinación del grado de invalidez se efectuará tras la presentación del certificado médico de incapacidad. Si el asegurado no aceptase la cuantía propuesta por el asegurador atendiendo lo anterior, las partes se someterán a la decisión de peritos médicos.

Asistencia sanitaria: el asegurador se hace cargo de los gastos de asistencia sanitaria, siempre que se pacte expresamente, hasta el importe y el plazo que se fije en la póliza. Aunque la asistencia sanitaria es otro tipo de contrato de seguro, la práctica aseguradora suele incluir esta garantía a cambio del cobro de una sobreprima. Habitualmente se cubren esos gastos, siempre que la asistencia esté gestionada y prestada por los servicios concertados con la entidad.

La asistencia urgente se entiende incluida en todo caso, incluso cuando no lo esté la asistencia sanitaria ordinaria. Se tiene por tal la que necesita ser prestada de forma inmediata para evitar un riesgo mayor al asegurado. Esto comprende desde el traslado del accidentado hasta su tratamiento médico, hospitalario y farmaceútico.

Los seguros de accidentes pueden ser:

  • individuales, o referirse a un colectivo;
  • anual o temporal (por ejemplo, por la duración de un viaje);
  • suscrito por cuenta propia, o por cuenta ajena;
  • seguro voluntario, o seguro obligatorio (seguro escolar, seguro obligatorio de viajeros);
  • referido a cualquier actividad, o específico (para una determinada actividad de riesgo);
  • y por último la clasificación más usual es la que distingue a los seguros de accidentes de trabajo frente a los no laborales u ordinarios.

El infarto de miocardio ha sido tradicionalmente una de las cuestiones que más debate ha suscitado por su consideración, o no, de accidente. Son dos las posiciones que actualmente se encuentran en el mercado:

  • Los que niegan su calificación de accidente, por entender que carece del carácter externo exigido por la definición legal, pues entienden que es consecuencia del desarrollo interno de una enfermedad cuya última manifestación es el infarto.
  • Los que lo aceptan, pero no desean indemnizarlo y por ello lo excluyen de su cobertura. El Tribunal Supremo ya admitió como evento causante del infarto el estrés como algo externo e inmediato.
  • Los que no lo excluyen de la cobertura. Si en ese caso el asegurado sufre un infarto que es calificado como accidente por deberse a una causa súbita, externa y ajena a la intencionalidad del asegurado deberá indemnizar.

Nada impide que una persona tenga suscritos simultáneamente varios contratos de seguro de accidentes en los que figure como asegurado, con independencia de quiénes sean los beneficiarios o aseguradores, pues en este tipo de seguros se permite el llamado seguro múltiple. (Ojo, no confundir con la prohibición del sobreseguro referido a los seguros de daños). Pero en este caso se establece la obligación del tomador de comunicar al asegurador la celebración de cualquier otro seguro de accidentes que se refiera a la misma persona.

Si el accidente se provoca intencionadamente por el asegurado, el asegurador queda liberado de su obligación. Si es el beneficiario el que causa intencionadamente el siniestro se anulará la designación hecha a su favor y la indemnización corresponderá al tomador, o, en su caso, a los herederos de éste. ¿El suicidio podría quedar incluido en el seguro de accidentes? No es una cuestión pacífica. Al ser la producción voluntaria (y no ajena a la intencionalidad del asegurado, como define la norma) del siniestro por el asegurado, parece que podría encajar en la exclusión que establece la ley para los actos intencionados del asegurado, por lo que no quedaría cubierto. No obstante, cuando se pueda acreditar trastorno mental (incompatible con la voluntariedad del acto) debería entenderse incluido en el seguro de accidentes.